viernes, 8 de octubre de 2010

En un lugar en el que nunca he estado...


En un lugar en el que nunca he estado, felizmente más allá
de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil están las cosas que me cercan,
o aquellas que no puedo tocar porque están demasiado cerca

tu mirada más leve fácilmente puede descerrarme,
pese a que he cerrado mi ser como dedos,
tu me abres siempre pétalo por pétalo, como la Primavera abre
(tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa

o, si es tu voluntad cerrarme, yo y
mi vida se cerrarán muy hermosamente, repentinamente,
como cuando el centro de esta flor imagina
la nieve descendiendo cuidadosamente en todas partes

Nada de lo que podemos percibir en este mundo se compara
con el poder de tu intensa fragilidad: cuya textura
me fuerza con el color de sus tierras,
mostrando muerte y eternidad con cada respiración

(no sé que hay en ti que se cierra
y se abre; sólo que hay algo en mí que entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.

E.E. Cummnings

jueves, 30 de septiembre de 2010

Noche

Salió desnuda el alma
a quemarse en la hoguera.
¡Qué claras dan la sombra
las estrellas!
Se enredaba la noche
azul, entre las piernas.
Ocultas en los chopos
bailaban las doncellas.
¡Qué anunciación, qué víspera
de deshojar las nieblas
de dos en dos. Las brisas
de tres en tres!
Estrellas,
¡Qué claras dan la sombra
las estrellas!

José Hierro

lunes, 26 de julio de 2010

Buscando tu rostro


BUSCANDO TU ROSTRO

Desde el inicio de mi vida
he buscado tu rostro,
pero hoy lo he visto.

Hoy he visto
el encanto, la belleza,
la gracia inconmensurable
del rostro que buscaba.

Hoy te he encontrado.
y aquellos que ayer rieron
y se burlaron,

hoy se arrepienten

de no haber buscado como yo.

Estoy deslumbrado

por la magnificencia de tu belleza
y deseo verte con cien ojos.

Mi corazón se ha consumido en la llama de la pasión
y ha buscado por siempre
esta belleza asombrosa que ahora contemplo.

Me avergüenza
llamar a este amor humano
y temo a Dios si lo llamo divino.
Tu aliento fragante

Como la brisa matinal
ha llegado a la quietud del jardín.
Has soplado nueva vida en mi.
Me he vuelto tu sol

y tu sombra.

Mi alma clama en éxtasis.
Cada fibra de mi ser
está enamorada de ti.

Tu resplandor
ha encendido una llama en mi corazón.
La tierra y el cielo,

mi flecha del amor
ha llegado al blanco.

Estoy bajo el techo de la clemencia
y mi corazón es recinto de oración

Rumi

lunes, 14 de junio de 2010

la perfecta armonia de las cosas


El azul se calma

con el gris de la tarde

y parece que el horizonte

está más cerca

bajo los olivos dorados

junto a las verdes viñas

en el perfil de mujer de espuma

que tiene la mar

reclinada en el cielo.


Las gaviotas dan vueltas

alrededor del tiempo

recogiendo sus despojos.


Sólo puede amarse

lo que acaba

lo que se va o se nos escapa.


Ese es el trato.


La perfecta armonía de las cosas.


Antonio Bueno

Ítaca


Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Posidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.


Kostantínos kaváfis

lunes, 10 de mayo de 2010

Llegaré


Llegaré… cuando el invierno.
despunte el gris en sus ojeras
y la luna se queje entre sus fases,
del paisaje sin el sol de primavera.
Cuando el frío circule por los cuerpos,
como un arlequín desteñido de tristeza,
cuando los árboles desnudos fortalezcan,
la savia vegetal de sus cortezas.

Llegaré cuando el sol, duerma sus rayos,
sobre un cántaro helado que se quiebra,
cuando el azul del cielo se desdiga
con un llanto de niebla, hacia la tierra.
Cuando la nieve en el paisaje deposite,
una ruda claridad en las esquinas
y cuando hayas olvidado que te quiero,
sobre una alfombra de hojas amarillas.

Llegaré cuando el frío vegete en el silencio,
cuando olvides mi promesa más sencilla,
cuando no sepas del amor con que te pienso.
ni me pienses amándote en invierno.
Cuando coloques remiendo a los suspiros,
y en las noches no apuestes a los sueños,
cuando no presientas lo mucho que te quiero
y me quieras olvidar sin conseguirlo.

Llegaré… sorprendiéndote una tarde,
con el calor que a los fríos aniquila,
y al poblar de bullicios cada cosa,
sabrás cuánto te amé y te amo tanto…
entre las hojas verdes o amarillas…
Y me dirás… que soy como las rosas
que mezclo el terciopelo con espinas.
Pero habrás de descubrir, cuánto te quiero…
¡Como nadie ha querido en esta vida!,
Con la misma ansiedad con que te llevo
como un faro de luz, en las pupilas.

Alma Mateos Taborda..(princesa azul) del libro CON LOS OJOS DEL ALMA

Aqui teneis un video con uno de sus poemas, es maravilloso. :) gracias Almita bella

viernes, 7 de mayo de 2010

Presto


De todos los que vi (se sucedían
fatalmente), de todos los que vi,
todos aquellos que solicitaron
-de quienes yo solicité- ternura,
calor, ensueño, olvido o lágrimas...
De todos esos en los que viví,

por qué tenias que ser tú, retama
matinal, estival, voz derruida,
perro sin amo, espuma levantada
hacia las noches, agua de recuerdo,
gota de sombra, dedos que sostienen
un pétalo de sol... por qué tenías,
ciega, precisamente que ser tú...

De todos los que vi, por qué tenías
que ser tú, leño que sobrenadabas...
Por qué tenías que ser tú, muralla
de ceniza, madera del olvido...

Por qué tenías que ser tú, precisa-
mente tú, con el nombre diluido,
con los ojos borrados, con la boca
carcomida, lo mismo que una estatua
limada por los siglos y las lluvias...
De todos los que vi, desenterrados
de las mañanas y los cielos grises...
De todos, todos, todos, por qué habías
de ser tú sólo quien me entristeciese,
quien se me levantase, puño de ola,
me golpease el corazón, con esos
instantes sin nosotros, caracolas
duras, vacías, donde suena el mar
de otros planetas...
Modelada en sombra
y en olvido, tenias que ser tú,
melancolía, quien resucitase...

José Hierro