lunes, 10 de mayo de 2010

Llegaré


Llegaré… cuando el invierno.
despunte el gris en sus ojeras
y la luna se queje entre sus fases,
del paisaje sin el sol de primavera.
Cuando el frío circule por los cuerpos,
como un arlequín desteñido de tristeza,
cuando los árboles desnudos fortalezcan,
la savia vegetal de sus cortezas.

Llegaré cuando el sol, duerma sus rayos,
sobre un cántaro helado que se quiebra,
cuando el azul del cielo se desdiga
con un llanto de niebla, hacia la tierra.
Cuando la nieve en el paisaje deposite,
una ruda claridad en las esquinas
y cuando hayas olvidado que te quiero,
sobre una alfombra de hojas amarillas.

Llegaré cuando el frío vegete en el silencio,
cuando olvides mi promesa más sencilla,
cuando no sepas del amor con que te pienso.
ni me pienses amándote en invierno.
Cuando coloques remiendo a los suspiros,
y en las noches no apuestes a los sueños,
cuando no presientas lo mucho que te quiero
y me quieras olvidar sin conseguirlo.

Llegaré… sorprendiéndote una tarde,
con el calor que a los fríos aniquila,
y al poblar de bullicios cada cosa,
sabrás cuánto te amé y te amo tanto…
entre las hojas verdes o amarillas…
Y me dirás… que soy como las rosas
que mezclo el terciopelo con espinas.
Pero habrás de descubrir, cuánto te quiero…
¡Como nadie ha querido en esta vida!,
Con la misma ansiedad con que te llevo
como un faro de luz, en las pupilas.

Alma Mateos Taborda..(princesa azul) del libro CON LOS OJOS DEL ALMA

Aqui teneis un video con uno de sus poemas, es maravilloso. :) gracias Almita bella

viernes, 7 de mayo de 2010

Presto


De todos los que vi (se sucedían
fatalmente), de todos los que vi,
todos aquellos que solicitaron
-de quienes yo solicité- ternura,
calor, ensueño, olvido o lágrimas...
De todos esos en los que viví,

por qué tenias que ser tú, retama
matinal, estival, voz derruida,
perro sin amo, espuma levantada
hacia las noches, agua de recuerdo,
gota de sombra, dedos que sostienen
un pétalo de sol... por qué tenías,
ciega, precisamente que ser tú...

De todos los que vi, por qué tenías
que ser tú, leño que sobrenadabas...
Por qué tenías que ser tú, muralla
de ceniza, madera del olvido...

Por qué tenías que ser tú, precisa-
mente tú, con el nombre diluido,
con los ojos borrados, con la boca
carcomida, lo mismo que una estatua
limada por los siglos y las lluvias...
De todos los que vi, desenterrados
de las mañanas y los cielos grises...
De todos, todos, todos, por qué habías
de ser tú sólo quien me entristeciese,
quien se me levantase, puño de ola,
me golpease el corazón, con esos
instantes sin nosotros, caracolas
duras, vacías, donde suena el mar
de otros planetas...
Modelada en sombra
y en olvido, tenias que ser tú,
melancolía, quien resucitase...

José Hierro